José «El Gato» Briceño. Exiliado venezolano. Exgobernador del Estado Monagas. Desde Madrid, España.

Siempre con la máscara y el teatro bufo por delante, las dictaduras en general y en nuestro caso particular la narcodictadura que mal gobierna a nuestra amada Venezuela, tiene como estrategia transversal poner como carne de cañón, como anzuelo, como figura  principal de sus campañas de marketing, al pueblo. Así llegó al poder el traidor mayor, hoy felizmente difunto, utilizando en su discurso la promesa trillada, cacareando sobre igualdad social y mil promesas de retornarle al pueblo sus derechos supuestamente conculcados por la democracia.

Con esta táctica es el pueblo quien termina siendo protagonista a conveniencia de la tiranía, razón de ser de sus programas y simultáneamente la víctima fatal de sus marramucias. Y digo que fatal pues literalmente son muchos venezolanos los que han muerto de mengua, por falta de insumos médicos básicos, la desnutrición bate récords, la deserción escolar ni se diga, entre muchas calamidades reales producto de una política de estado de absoluta manipulación.

Seguimos rompiendo récords de estar entre los países peor valorados en cuanto a calidad de vida, estándares básicos de sobrevivencia lo que nos avergüenzan sobremanera, todo producto de la maldición chavista que nos ha desmantelado como país.

Seguimos en el ranking de récords negativos, la ONG Transparencia Internacional presentó el pasado martes el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2024, donde Venezuela quedó ubicada en el antepenúltimo lugar del mundo, solo por delante de Somalia y Sudán del Sur.

Los países latinoamericanos en los  que sus ciudadanos autoperciben más limpia y transparente la gestión pública son: Uruguay, Chile y Costa Rica, con 76, 63 y 58 puntos, respectivamente, con 100 puntos como la mejor puntuación posible.

En la región, luego de Venezuela, que sacó tan solo 10 puntos, se encuentra Nicaragua con 14 puntos y Haití con 16.

El deterioro que ha sufrido Venezuela, que en 2013 llegó a tener una puntuación de 20 sobre 100, que ya era avergonzante y ahora tan solo pudo sacar la mitad de esos puntos.

En el narcorégimen venezolano también la corrupción es una política de estado, la mejor evidencia es ver el trato a los militares que colocan en los puestos públicos para administrar recursos, eso los  somete ya que  prefieren traicionar a la patria antes que perder esa fuente de riqueza fácil, colocándolos hincados de rodillas a la narcotiranía. 

Otro sistema para profundizar la corrupción es la imposición del estado comunal para someter a los dirigentes de los sectores o barrios a administrar recursos. La evidencia más contundente la pudimos ver hacen unos dias con la convocatoria a unas elecciones para elegir los proyectos de las comunidades y asombrosamente salió la gente ignorante a votar por algo que es la esencia o practica comunista, disfrazada de participación ciudadana.

¿Cuál es el objetivo de utilizar a la gente para que elija los proyectos de las comunidades?, tarea que es responsabilidad de las alcaldías, gobernaciones y gobierno nacional en sus diferentes niveles de acción.

El objetivo es y ha sido durante mucho tiempo desde que iniciaron con aquella Ley de las Comunas,  desmantelar al estado Federal y Descentralizado establecido en la Constitución, o sea, manipular los recursos que por ley le corresponden a las alcaldías y gobernaciones que representan o son en las democracias de los países desarrollados, el impulso al desarrollo y están bajo control de los parlamentos locales, regionales y las contralorias regionales y locales. Dichas contralorías tienen el control previo y posterior, ahora las comunas a los únicos que le rinden cuenta es al gobierno central pero si son compañeros de partido o camarada pueden robarse el dinero, pero ser leal al narcorégimen, y el día que se revelen, son hechos presos. Lo de las comunas es la misma política de estado de los militares (CORROMPERLOS) para tener a la sociedad sometida.

¿Por qué Chávez intentó cambiar la constitución y ahora Maduro lo intenta cambiar nuevamente?

Con su manipulación disfrazada de amor al pueblo es eliminar el estado Federal y Descentralizado y crear el estado comunal, eliminar las alcaldías y gobernaciones y no tener la sombra de un buen alcalde o gobernador que los desplace por ser buen gerente. Robarle los recursos de cada estado dándoles migajas en esas votaciones para seleccionar obras, con el agravante de que las comunidades » conformes» pero con puras obras «charichari», aulitas, pinturita, canchitas, sin proyectos importantes que estructuran y articulan a un estado como vialidad, hospitales integrales, complejos educativos y deportivos.

La participación de las comunidades de por sí no está en contra de los lineamientos democráticos y el estado federal, la trampa es que maniobran con el sentido de esta participación para controlar el grueso de los recursos.

En conclusión, el narcocomunismo  centraliza todo el poder en el gobierno nacional y los estados y municipios que se mueran de hambre, tipo Cuba o casas muertas. Lo insólito que todavía hay gente ignorante que quiere salir a votar el 27 de abril por algo que de hecho ya está eliminado y muy pronto será de derecho cuando modifiquen la Constitución.

Como parte de esta farsa que es el comunismo, sacan de la manga, ignorando el revuelo de su fraude electoral del 28J y programan para YA esas elecciones de último minuto, con el mismo libreto, mismas actuaciones, con candidatos se autodenominan de oposición, agendados e incluidos en la nómina de corruptos sometidos por dólares de los dividendos del polvo blanco quienes utilizan a los primeros pendejos que encuentran y los disfrazan con franelas y bolsas de comida para hacer la bulla correspondiente que incluye en su contrato como monigotes, alacranes y parte de la fauna su humana más asqueante que pueda existir. Tal como lo dijo María Corina Machado recientemente, «quienes participen en esa maniobra no son oposición», son parte  del elenco de este nuevo show.

Desde la cárcel del exilio pienso y concluyo que me enervan  aquellos que desempolvan el discurso imberbe de : «hay que participar , no les dejemos espacio», no tienen perdón del pueblo ya que con su participación sencillamente están aceptando el fraude cometido descaradamente luego de las elecciones presidenciales de julio pasado. No hay otra interpretación posible, pasémosle por encima a esa nueva clase de políticos de conveniencia, hagamos caso omiso a sus ofrecimientos y sigamos enfrentando a estos comunistas, ladrones de los bienes del pueblo, destructores implacables del aparato productivo con el único fin de obtener beneficio personal para ellos y sus lamebotas.

Yo los detesto, juré luchar contra el comunismo hasta mi último respiro, lo hago cada segundo, donde esté y con lo único que me queda MI PLUMA Y MI PALABRA.

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