Demanda de Hazara en todo el mundo, protesta contra las extensas detenciones de mujeres y niñas jóvenes y el objetivo sistemático de la comunidad Hazara en Afganistán
Tras la Resolución 2721 (2023) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que destacó los desafíos continuos enfrentados por mujeres y grupos religiosos y minoritarios, y reafirmó el papel indispensable de las mujeres en la defensa de los derechos humanos, especialmente los de mujeres y minorías en Afganistán, los talibanes iniciaron una campaña de represión sin precedentes contra las mujeres. Esta campaña se centró especialmente en las mujeres Hazara a través de torturas arbitrarias, detenciones y arrestos. La reciente represión, junto con las barreras y limitaciones anteriores impuestas a las mujeres por los talibanes, resultó en la negación de derechos humanos fundamentales, incluidos los derechos a la educación, el trabajo y la participación pública.
Sin embargo, en lugar de un compromiso constructivo, el régimen talibán ha lanzado una nueva ronda de acciones represivas contra las mujeres. Han dirigido especialmente a mujeres y niñas Hazara en el oeste y norte de Kabul y otras provincias de mayoría Hazara con detenciones arbitrarias, a menudo justificadas bajo el pretexto de ‘hijab inapropiado’. Además, desde su regreso al poder, los talibanes han llevado a cabo una campaña sistemática de desplazamientos forzados, confiscaciones de tierras y otras tácticas destinadas a desposeer y desempoderar a los Hazaras en Afganistán.
Además de la reciente represión contra las mujeres Hazara, se reinició una nueva ola de ataques sistemáticos contra los Hazaras en Kabul y las provincias. Esto se ha intensificado después de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Estos ataques son parte de una campaña genocida más amplia dirigida a la comunidad Hazara en diversos espacios públicos, incluidos el transporte público, centros comerciales, clubes deportivos, mezquitas, hospitales, escuelas y centros educativos, tanto bajo la antigua República como desde el regreso forzoso de los talibanes al poder.
La comunidad Hazara ha soportado una violencia prolongada, implacable y sistemática basada en su etnia y creencias religiosas desde 1890. Más del 62% de los Hazaras fueron masacrados y sus tierras y propiedades fueron confiscadas por Amir Abdul Rahman de 1890 a 1893. En 1998, los talibanes cometieron una masacre contra la comunidad Hazara en Mazar-e-Sharif. Durante las últimas dos décadas, la comunidad Hazara ha enfrentado una amplia gama de ataques sistemáticos y dirigidos contra hospitales, escuelas, centros educativos, mezquitas, transporte público y manifestaciones pacíficas. Con el regreso de los talibanes al poder, la comunidad Hazara ha enfrentado ataques
sistemáticos sin precedentes. Estos asesinatos selectivos, la represión, los desplazamientos forzados y las presiones económicas cumplen con los elementos descritos en el Artículo II de la Convención sobre el Genocidio de 1948. La organización estadounidense Genocide Watch confirma, aunque informa, que el pueblo Hazara está experimentando un genocidio en Afganistán.
El pueblo Hazara ha sido el principal objetivo de persecución por parte de los talibanes y otros grupos extremistas. Los recientes ataques en el transporte público, centros comerciales y clubes deportivos en el oeste de Kabul sirven como ejemplos angustiantes. Sin embargo, en las últimas semanas, las mujeres Hazara se han convertido en uno de los principales objetivos de persecución y tortura en todo Afganistán.

Mujer afgana en Madrid
El Representante Especial del ACNUR, UNAMA y otras organizaciones de derechos humanos, en sus informes, expresaron repetidamente su preocupación por la situación grave de los Hazaras y las mujeres en Afganistán.
A la luz de los hechos y circunstancias mencionados anteriormente, nosotros, los manifestantes de todo el mundo, urgimos al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a los líderes mundiales y a las organizaciones de derechos humanos a que se solidaricen con nosotros en apoyo a los Hazaras y mujeres de Afganistán.
- Instamos al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar medidas inmediatas para responsabilizar a los talibanes y cesar el acoso, detención y arresto arbitrarios de mujeres bajo cualquier pretexto, especialmente las mujeres Hazara en Afganistán.
- Hacemos un llamado al Consejo de Seguridad de la ONU y a los líderes mundiales para proteger a la comunidad Hazara de un sufrimiento adicional y prevenir su genocidio continuo.
- Instamos a la comunidad internacional a obligar a los talibanes a revocar todas las barreras y restricciones a mujeres y niñas, incluidas las limitaciones en educación y trabajo.
- Solicitamos a la Asamblea General de la ONU y al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que reconozcan el genocidio Hazara y el apartheid de las mujeres en Afganistán.
- Hacemos un llamado a la Comunidad Internacional, incluidos los países vecinos y regionales, para que utilicen su influencia en el establecimiento de un gobierno inclusivo basado en la legalidad en Afganistán
Noticia por redacción.
Los hazaras de Afganistán son uno de los pueblos más originales de la región y son asesinados de diversas formas. Espero que la comunidad internacional pueda hacer algo respecto de esta crisis humanitaria.